Un día de agosto de 1945, unos jóvenes del municipio valenciano de Buñol se preparaban para presenciar el evento de “Gigantes y Cabezudos”, un desfile de figuras gigantes de carnaval con cabezas grotescas. Algunos quisieron sumarse a la comitiva del desfile, y el rechazó derivo en una pelea tomatazos. El evento se repitió al año siguiente y pronto pasó de ser reprimido por la policía a convertirse en una atracción turística impulsada por la municipalidad. Unas 20.000 personas participaron de la edición de este año, arrojando 130 toneladas de tomates sobre las calles de Buñol.
Fotos: AFP
Me resulta tristísimo que se desperdicie comida habiendo tanta hambre en el mundo. España no está pasando de perlas precisamente…